ARCILLA Y PLÁSTICO
Cerró por todo lo alto el Festival Grec este fin de semana pasado con el estreno nacional de ‘Qui Som?’, nueva y sorprendente creación de Baro d’evel. Allí estuvimos y esto nos pareció…
Texto_OMAR KHAN Fotos_CHRISTOPHE RAYNAUD DE LAGE
Barcelona, 29 de julio de 2024
Aunque es pieza coral para una docena de acróbatas-actores-bailarines-músicos, claramente liderados por la encantadora pareja que hace la francesa Camille Decourtye y el catalán Blaï Mateu Trias, directores de la siempre deslumbrante compañía franco-catalana Baro d’evel, la omnipresente escenografía mutante de Lluc Castells se hace protagonista con mayúsculas en Qui som? (¿Quiénes somos?), su nuevo espectáculo que, llegado directo de triunfar en Aviñón, cerró por lo alto este fin de semana pasado el Festival Grec, de Barcelona.
En principio lo que parece una montaña de barro se comienza a mover y transformarse, engullendo personajes, desplazándose y aparentemente creciendo, hasta levantarse como una cortina gigante, que da paso a un insólito mar de plástico en una arriesgada y estruendosa secuencia larga, prácticamente sin humanos sobre la escena. Alrededor del comportamiento de este espectacular y activo dispositivo escénico, se va articulando un discurso que, como es ya usual en la compañía, se balancea entre la danza, el circo, el clown, el concierto, la plástica y la performance.
La cerámica, su belleza, fragilidad y connotaciones (de barro somos, dice la Biblia) sirve como metáfora de una naturaleza que va a ser desplazada y sustituida por el plástico, esas miles de botellas dobladas y retorcidas que irrumpen espectacularmente invadiendo todo el espacio, trayendo ocultos y sepultados a los intérpretes, náufragos de la basura, supervivientes de la contaminación, que han de hacer comunidad para limpiar y aclarar el escenario. Sobrevivir en definitiva.
El mensaje ecológico, clarísimo, con todos los intérpretes despejando el invadido escenario, da respuesta a la pregunta del título. ¿Quiénes somos? Quizá somos los humanos de este tiempo complicado que, con nuestra capacidad da asociación y crear comunidad, estamos llamados a ser los únicos capaces de torcer todos a una el destino de este planeta, volviendo a convertirlo en un lugar sostenible y posible para la vida. La nuestra y la de la fauna, representada aquí en un simpático perrito, muy discreto en comparación a los animales que usualmente aparecen en las producciones de Baro d’evel, que siguen creyendo en un circo sostenible con animales.
Hay más humor, más texto y más música que habitualmente. Blaï Mateu Trias se concede más tiempo y espacio para sus habilidades de clown, hay muchos momentos de humor descacharrante puro y duro, como ese inicio en el que un líquido resbaloso hace perder la dignidad de una cantante y su coro o ese trío de (insólitas) bailarinas desarticuladas, desdobladas y deformadas. Es algo que siempre se les da muy bien pero, en este caso, las situaciones divertidas y los excesos de texto (y de tiempo escénico para cada una) terminan por restar importancia al catastrofismo que denuncian, de alguna manera desplazando en relevancia las imágenes oníricas que, a pesar de todo, siguen siendo el punto fuerte de Baro d’evel.
Qui som?, que da inicio a una trilogía que continuará en el futuro con Qui soc? y On som?, es más espectacular, más grande y ambiciosa que Falaise, su anterior creación, pero no más poética. En aquel momento, pusieron el listón muy pero que muy alto, también hay que admitir.