MÉXICO ES UN CIRCO
Regresó anoche el Circo del Sol a Madrid, con Luzia, hiper espectáculo de luz y agua. Fuimos a verlo y esto nos pareció ...
Texto_OMAR KHAN Fotos_ANNE COLLIARD
Madrid, 09 de noviembre de 2022
Una visión personal de México por un artista suizo para una compañía canadiense. Tales son las circunstancias de Luzia, el hiper-espectáculo de Cirque Du Soleil que anoche debutó en la ya célebre carpa de Puerta del Ángel, en la que supone la décimo tercera vez que el potente colectivo de circo de Quebec visita la capital. Abarrotada, con una masiva asistencia de famosos de todo rango –gente de circo, teatro, danza, música, literatura, cine, televisión, prensa rosa y famoseo ramplón-, la función finalizó con la ya también acostumbrada ovación que siempre se llevan los acróbatas del sol cada vez que nos visitan.
El estreno era de algún modo especial, pues se trataba de un acto Ave Fénix, la reaparición magnifica de un cadáver. Luzia ya había sido programada y anunciada en nuestro país hace dos años pero la pandemia no solamente impidió estas representaciones sino que supuso el colapso total de este emporio del entretenimiento que se creía imbatible. Dejó a unos cinco mil empleados en la calle y cesó toda su actividad.
Tras una peripecia financiera con aires de culebrón, fue reactivado con inyecciones multinacionales de dinero, y aquí está otra vez en Madrid con su poderío intacto, ampliando las funciones originalmente previstas hasta el 08 de enero al 22 por la alta demanda. Vienen de actuar con éxito en Barcelona y Alicante, y de aquí se van a Sevilla, al tiempo que Crystal, otra de sus producciones espectaculares, ésta vez sobre hielo, debuta en Málaga el 10 de diciembre, pasando luego a Pamplona y Barcelona.
Por supuesto que la excelencia, destreza y habilidad de sus acróbatas, bailarines, músicos y cantantes sigue siendo indiscutible, pero en Luzia lo que verdaderamente asombra y, en buena medida, sostiene el espectáculo, es la maquinaria escénica, un dispositivo asombroso de sofisticada tecnología teatral en permanente y constante transformación que saca el máximo partido a sus innovaciones: escenario circular giratorio, cintas deslizantes, escenografía monumental móvil, recursos deslumbrantes de luz y, sobre todo, el agua, con una cascada y un foso, que procuran grandes momentos visuales.
México reinventado
Luzia es la segunda creación del director suizo Daniele Finzi Pasca para Circo del Sol, después de su muy cortesana Corteo. Es la visión externa, libre y surrealista de un europeo frente a un colorido México no siempre fidedigno, que le sirve para llenar el escenario de exotismo y folklore reinventado con alusiones muy directas a la naturaleza y la fauna –desde marionetas gigantes de tigres y caballos resueltos a lo Rey León hasta mariposas, iguanas, cocodrilos e insectos descomunales del desierto- pero también a la cultura pasando por combatientes de lucha libre (espectacular número de columpio individual), mariachis, celebración del Día de los Muertos (con un contorsionista de infarto), tabernas y hasta Frida Kahlo… todo desplegado en una dramaturgia sin argumento.
Con tendencia a cierto barroquismo visual, Luzia no obstante fluye de manera irregular. Algunos de sus números estrella, los más corales, se alargan innecesaria y repetitivamente. El arranque con los seres-pájaro en los aros lució errático y atropellado, y la idea de colocar numerosas pértigas chinas con el escenario girando a un tiempo pudo ser un hallazgo si no terminara como un barullo visual donde el ojo no sabe dónde colocarse… pero son males menores en un espectáculo que fue diseñado con el fin de deslumbrar y, efectivamente, deslumbra.
Curiosamente, los momentos más poéticos y bellos son los menos aparatosos: esa bellísima e insólita acróbata manipulada por cuatro porteadores fornidos, el solo de cinta aérea sobre el agua, el guiño al hip hop, con ese asombroso número de fútbol free style, o el divertido y veloz solo de malabares. Eso sí, el espectacular número final, el de acróbatas en columpio ruso, deja sin aliento.