LO QUE FUE, LO QUE ES, LO QUE SERÁ…
Mario Bermúdez y Catherine Coury vuelven a los orígenes de su agrupación, Marcat Dance, en ‘Afines’, un dueto íntimo y sencillo que estrenan hoy en el Teatro Central sevillano. Hablamos con él…
Texto_OMAR KHAN Fotos_JORGE ORTIZ
Madrid, 29 de noviembre de 2024
“Hemos vuelto al origen”, nos comenta emocionado Mario Bermúdez, director junto a Catherine Coury de su compañía Marcat Dance, de Vilches, que estrena hoy, con función adicional mañana, en el Teatro Central, de Sevilla, su nueva creación Afines, un dueto limpio y sencillo, en el que aparca la intensidad y velocidad de la muy enigmática El bosque o la vorágine del descenso a los infiernos de Averno, sus dos producciones anteriores, tan grupales, corales y agitadas. “Nos resulta difícil en España mover piezas de gran formato como éstas, nos cuesta muchísimo, y este es un factor que influyó a la hora de montar Afines, pero también había necesidad de reencontrarnos solo nosotros dos en el escenario, reconocernos y ver quiénes somos después de siete años con la compañía. Para mi suponía un riesgo volver al pequeño formato pero con la esencia coreográfica del grande”.
Pareja artística y sentimental, Bermúdez y Coury vienen de la Batsheva Dance Company, de Israel, donde asimilaron y sorbieron del muy particular lenguaje de Ohad Naharin, autor de la técnica Gaga y de un lenguaje tremendamente personal, que ha sido influencia en los orígenes de Marcat Dance, que nació hace siete años cuando ambos se instalaron en Vilches, pequeño pueblo de Jaén, donde nació él, y en el que no solamente tienen sede sino que han sembrado la danza en esta tierra de aceite de oliva, donde celebran cada verano el Festival VilDanza.
Desde luego, ya no son los mismos que llegaron a Vilches imbuidos por el espíritu Gaga. Han evolucionado y cambiado, han ido encontrando un sendero y un estilo, un forma reconocible de hacer y entender de la danza. En Afines han querido mirar la senda recorrida y calibrar la senda por recorrer. “Hemos cambiado pero muchas cosas siguen igual, por eso se llama Afines, seguimos teniendo la misma afinidad pero creo que somos más fuertes siguiendo en la misma dirección. Antes en los procesos había más peleas, discusión y opiniones encontradas. Siento que ahora estamos en un lugar más seguro, de mayor madurez”.
Un dúo sencillo
En lo particular, las motivaciones del dueto vienen de ellos dos y la intensa relación que han vivido. Pero, en general, no es tan distinto a los procesos que viven dos personas que se conocen y emprenden juntos un viaje profesional y sentimental. “Veremos a dos bailarines en escena”, nos describe Bermúdez, “que cuentan lo que suele ser una relación entre seres humanos, las etapas por las que pasa y los obstáculos que superan. Se trata de una puesta en escena muy humana, un dúo sencillo que intenta ir más allá”.
También supone Afines una revisión honesta de sus propios cuerpos y posibilidades. Los bailarines de su agrupación suelen ser muy enérgicos y jóvenes, y bailar junto a ellos supone un reto físico para los dos directores. En cambio, ahora, pueden permitirse bailar desde ese lugar al que sus cuerpos han llegado con el paso del tiempo. “Cuando actuamos con la compañía hay una necesidad de estar a tope, a la altura. Lo bonito de Afines es que hemos querido montar la pieza desde la madurez, desde la edad que tenemos y el estado de nuestros cuerpos ahora, sin forzar la máquina. Claro que hay momentos muy físicos pero no es el viaje agotador hacia el infierno de nuestra pieza anterior, lo físico aquí es más sencillo, más humano y natural”.
Pero Afines, aunque muy arraigada en lo que han sido ellos como creadores y bailarines, tendrá dos intérpretes alternativos, Javier de la Asunción y Alessia Sinato que, aún bailando la misma pieza, han tenido oportunidad de expresarla desde sus propios recursos. “La estructura coreográfica es la misma pero ellos son diferentes, porque el punto de partida han sido ellos mismos, su pasado y no el nuestro, y se podrá notar esta diferencia. La pieza va de lo que fue, lo que es y lo que será, y estos factores son distintos para cada persona, para cada cuerpo”.
Lo que sí permanece intacto es el equipo de colaboradores habituales de Marcat Dance. La dramaturgia de Isabel Vázquez, la producción e iluminación de Mamen B. Gil y la música, siempre emocionada y eficaz, de José Pablo Polo.